Cuando tenemos tensiones emocionales sin resolver, tendremos con seguridad contracturas musculares. Si estos conflictos los llevamos sin solucionar mucho tiempo hasta es probable que se transformen en contracturas crónicas.
Si ya empezaron a poner en práctica algunas de las técnicas que vimos en anteriores entradas sobre Bioenergética ya estarán disfrutando de mayor serenidad y calma.
Es buen momento entonces para remover esas incómodas contracturas que quizás se resistan todavía a desaparecer.
Para eso utilizaremos el automasaje con pelotas. Esta es en realidad una técnica muy antigua. Los chinos fueron los primeros en utilizarla, pero lo hacían con las esferas tai chi, que son esferas metálicas esmaltadas. Muchos negocios las comercializan todavía, ya que son toda una tradición en la cultura china.
En Occidente fue Gerda Alexander, gracias a su creación, la Eutonía quien le dió una difusión amplia. Sin embargo hizo una adaptación muy adecuada, cambió las esferas metálicas por pelotas blandas. Esto hace que la técnica sea más llevadera y podamos trabajarla sin tanto dolor.
Entonces, para disolver contracturas necesitaremos de al menos una pelotita. Nos sirven todas, pero las de tenis, particularmente las que descartan los jugadores porque se ablandaron y no rebotan bien son las ideales.
Paso a Paso:
- Coloque en el piso una manta o colchoneta dónde pueda recostarse confortablemente.
- Recuéstese. Sacuda intensamente todo su cuerpo para descargar tensiones momentáneas, para asegurarnos de que trabajaremos preferentemente sobre las contracturas crónicas.
- Realizamos por cinco minutos algunos de los ejercicios de respiración profunda que vimos en entradas anteriores.
- Luego, enfocamos nuestra consciencia en el cuerpo. Recorremos todos los músculos tratando de detectar las áreas tensas.
- Una vez que las hemos ubicado, comenzamos ubicando una pelotita justo debajo de la zona, entre la colchoneta y nuestro cuerpo.
- Hacemos unos minutos más de respiración profunda y relajamos conscientemente el área.
- A continuación presionamos suavemente la pelotita y empezamos a movernos libremente para dar un automasaje muy profundo sobre la zona. Realizamos esto durante un mínimo de cinco minutos.
- Una vez terminado, repetimos el procedimiento sobre todas las áreas que habíamos detectado.
- Con la práctica podemos usar más de una pelotita a la vez, trabajando varias zonas al mismo tiempo.
Una vez terminado el automasaje nos quedamos unos cinco minutos más sintiendo plenamente nuestro cuerpo y percibiendo la diferencia en el nivel de tensión corporal. Podemos realizar la respiración removedora o purificadora que hemos aprendido en entradas anteriores.